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sábado, 13 de octubre de 2012

Camino de Santiago, etapa 24ª




Amanece en Carcaboso, son las 7 de la mañana cuando me he levantado para prepararme. Desayuno en el mismo bar del hostal. He dormido fatal, porque me desperté sobresaltada con la alarma del hostal a las dos de la madrugada, y ya no pude dormir profundamente como hubiera querido.
Empiezo sobre las siete y media a dar mis primeros pasos. La etapa de hoy es de 12 kms. aunque no realizaré al final todo el recorrido deseado.


                                                                             



El campo está precioso recién despertado. Voy viendo subir el sol y como va dando forma y sombra a las cosas, a las encinas que me rodean.



 Pronto empiezo a encontrarme con el ganado que serán los protagonistas de la etapa de hoy. Algunos los veo de lejos, otros de cerca pero separándonos las vallas de las fincas. Pero hay un momento del camino que tengo que pasar por medio de las vacas, me guste o no. Esto me hace ir más lento de lo normal, y también alerta, pues aunque sé que no son bravas, no me apetece correr unos "san fermines" en medio del campo. 



El sendero está muy bien señalizado, y no hay pérdida. Debo cruzar varias fincas, portelas,... y una de las veces tengo que saltar una pared, de un campo a otro, porque no me gustan cómo me miran las vacas del lugar. Por seguridad y mi propio miedo varío el recorrido corriendo paralelo a esa pared empedrada que separan una finca de la otra. Llevo un ritmo bastante lento, porque el estar pendiente del ganado una y otra vez me hace tener que pararme continuamente en varias ocasiones. 


Sin embargo es muy agradable correr por este paraje. No me cruzo con nadie durante la mañana. Oigo de lejos algunos hombres del campo trabajando, sus tractores y alguna que otra vaca mugiendo.




Llevo algo más de 9 kms. y decido darme la vuelta. No llego a mi objetivo del día, Ventaquemada. He de volver hacia atrás andando, pues no hay más remedio. Y quiero llegar al hostal antes de las 12 del mediodía. Mis cosas están en la habitación que ocupé y si llego con buena hora me podré duchar antes de regresar a casa. aunque estoy contenta porque he podido hacer unos cuantos kilómetros más del camino, el no llegar a la meta planificada me hace sentir un poco de rabia. lo ideal hubiese sido llegar al destino señalado, pero bueno, a veces no se puede y ya está. 
Después de un verano algo desconectada, y de la paliza de los kilómetros en coche para llegar a Carcaboso, creo que las etapas de estos dos días suman algo y es mejor que nada. Esta etapa ha sido más corta de lo que quería pero nada pasa por casualidad y no debo derrumbarme. ¡Otro día será! 
La vuelta a Carcaboso se hace agradable porque me lo planteo como un paseo matinal. En la vuelta me cruzo con un grupo de ciclistas y varios caminantes. Mi etapa de hoy termina, y no sé cuándo podré volver.


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